lunes, 8 de marzo de 2010

Tarea - Artritis reactiva

Qué es y cómo se enfoca una artritis reactiva ??

2 comentarios:

MAnuel Enrique Duarte Arias 100004384 dijo...

Qué es y cómo se enfoca una artritis reactiva ??
La artritis reactiva o síndrome de Reiter, es un tipo de artritis que se produce por reacción a una infección en alguna parte del cuerpo y se cree que esta asociada a un factor genético (la presencia del gen HLA-B27) puede aumentar el riesgo. La mayoría de las infecciones que producen la enfermedad se originan en el aparato genitourinario (por contacto sexual) y gastrointestinal (por consumo de alimentos contaminados). Se caracteriza por la inflamación de las articulaciones y afecta principalmente a los varones jóvenes de entre 20 y 40 años de edad. A pesar de que el líquido sinovial es estéril, se han aislado antígenos microbianos, por lo cual no se ha establecido con seguridad si el origen de la inflamación articular está mediado inmunológicamente o se trata de una infección crónica.

Los síntomas que presentan son los de cualquier tipo de artritis como dolor, calor, enrojecimiento e incapacidad de movilizar la articulación y generalmente comienza sin un golpe previo con dolor e hinchazón en el tobillo, la rodilla, los dedos del pie o el talón. La distribución suele ser de miembros inferiores y asimétrica.

También presenta manifestaciones no articulares como:
- Lesiones descamativas en la piel de palmas de las manos y plantas de los pies, similares a las de la psoriasis, que reciben el nombre de queratodermia blenorrágica. También pueden aparecer lesiones mucosas rojizas y con descamación en la zona más externa del pene que es muy característico.
-También presenta ulceras en la boca y conjuntivitis.
-Síntomas generales que en un brote inflamatorio es frecuente que se asocie a cansancio, fatiga, e incluso fiebre si la inflamación de las articulaciones es muy aguda.

El diagnostico es clínico porque no existe una única prueba para hacer el diagnóstico, además es importante indagar la presencia actual o previa del germen causante tomando muestras para cultivo de la uretra, el cuello del útero, de la primera orina de la mañana, de las heces y del líquido articular. En los casos venéreos, el médico aconsejará que el otro miembro de la pareja también se realice pruebas.

También es útil determinar en sangre anticuerpos contra determinadas bacterias o virus y la determinación del antígeno HLA B-27 pueden resultarnos útiles para apoyar el diagnóstico.

La velocidad de sedimentación globular (VSG), la proteína C reactiva (PCR) están ligeramente elevadas, dándonos una idea del componente inflamatorio. El factor reumatoide es negativo y el líquido articular contiene abundantes células (líquido sinovial inflamatorio).

Bibliografia:

1. John B. Imboden, David B. Hellmann, John H. Stone. section II. Rheumatoid Arthritis & Spondyloarthropathies Chapter 18. Reactive Arthritis. CURRENT Rheumatology Diagnosis & Treatment, 2 Edition.

Mauricio Duarte Monsalve dijo...

Mauricio Duarte Monsalve 100008602
Síndrome de Reiter, también conocida como artritis reactiva, es la tríada clásica de la conjuntivitis, uretritis y artritis que ocurre después de una infección, en particular las del tracto urogenital o gastrointestinal. Las lesiones manifestaciones dermatológicas son comunes, incluyendo, balanitis circinadas, vulvitis ulcerosa, cambios en las uñas, y oral. Epidemiológicamente, la enfermedad es más común en los hombres, aunque los casos han sido reportados en niños y mujeres. La fisiopatología aún no se ha aclarado, aunque infecciosas e inmune factores que pueden participar. La presentación clínica, la gravedad y el pronóstico varían ampliamente. El tratamiento es difícil, especialmente en los pacientes VIH-positivos. El pronóstico es variable, el 15% al 20% de los pacientes pueden desarrollar secuelas crónicas graves.

el tratamiento lo podemos enfocar en primer lugar está la educación sobre la naturaleza de la enfermedad y sobre la prevención de nuevos episodios de artritis reactiva. Evitar los factores de predisposición como la exposición a enteropatógenos bacterianos y a diarreas; seguir medidas básicas como utilizar agua potable, comidas limpias en la propia casa, lavarse las manos antes de comer y de preparar los alimentos, no ingerir salsas o mayonesas o cremas en locales que no parezcan refrigerar los alimentos, no comer verduras frescas en restaurantes, lavado de manos después de ir al baño, etcétera. También se debe evitar la promiscuidad sexual.

Rehabilitación con terapia física adecuada y medidas de vigilancia a largo plazo para observar la aparición de complicaciones como la anquilosis progresiva de la columna.

La mayoría de los pacientes mejora con AINES, si bien al inicio no siempre es así. Los casos leves mejoran en una o dos semanas. Se puede usar dosis altas de indometacina entre 75 y 150 mg al día si el enfermo la tolera, pero la cefalea y las complicaciones digestivas suelen ser un problema. La fenilbutazona es excelente AINE pero su gran toxicidad medular que incluye muerte en agranulocitopenia, la ha sacado prácticamente del mercado. Se puede ensayar la respuesta a numerosos otros AINEs.

Erradicación del agente patógeno si todavía está presente. Es discutida la utilidad del uso de antibióticos como la tetracicilina o claritromicina en los casos crónicos o cuando la infección enteral o génitourinaria ya cedió. En poblaciones donde la tasa de reinfección con Chlamydia trachomatis es elevada la profilaxis con antibióticos ha sido exitosa en disminuir las recurrencias de artritis reactiva.

Azulfidine 2 a 3 gr en los casos resistentes a AINES.

Metotrexate 7,5 a 15 mg semanal es otra posibilidad de tratamiento para los casos resistentes a AINEs. Para evitar complicaciones graves se debe asegurar que el paciente sea VIH negativo, virus de la Hepatitis B y de la Hepatitis C negativos, antes de iniciar el uso de Metotrexate.

Terapias antifactor de necrosis tumoral (TNF)- a se han utilizado con éxito en casos en que el tratamiento convencional había fracasado.
bibliografia
Reiter's syndrome: The classic triad and more

Ines B. Wu, MD, Robert A. Schwartz, MD, MPH